martes, 15 de abril de 2008

Caso de Juan David Pardo En Bogota en la toma del Yage

Al sentir que el estómago ardía como si se tomara gasolina, Juan David Pardo creyó que moriría intoxicado y se dio cuenta de que no debería estar allí, en el ritual que muchos recomendaban, pero que algunos ya repudiaban.

Con la inquietud de saber qué es estar en el trance producido por el bebedizo indígena denominado yagé -que significa semen del pené del sol- con la aparente necesidad de solucionar angustias personales, encontrarse con seres queridos ya fallecidos o simplemente por acompañar a amigos en esa experiencia, muchas personas se han convertido en consumidores de yagé.

Dicen que sus efectos alucinógenos, son preparados por autodenominados taitas y chamanes en Medellín. Ahora se ha vuelto un negocio lucrativo que mezcla los conocimientos ancestrales con el interés de los curiosos.

Por que consumen el Yage?

Fabián Sanabria, sociólogo de la Universidad Nacional, dice que la tendencia a consumir este tipo de sustancias obedece al auge de productos comerciales con los que se juega con las emociones de las personas y se comercializan falsas promesas.

Lo anterior, sin desconocer que muchos jóvenes lo hacen simplemente por experimentar nuevas sensaciones."Esto es un 'culebrerismo' cultural. Es un negocio al que la gente responde porque necesita creer, aferrarse a algo. La gente los consume porque se ha perdido la credibilidad en las instituciones, y los médicos están ahí", advierte Sanabria al explicar que muchas personas consumen Yagé con la esperanza de sanarse de todo tipo de enfermedades y por la misma promoción de algunos indígenas que llegan a los pueblos y estafan a la gente.

Muere Mujer de 40 años en Bogota (El Yage como algo Comercial)

Una mujer de 40 años, gravemente enferma, falleció después de asistir a un ritual con esta planta que ahora se ofrece en Internet y en avisos clasificados bajo el nombre de 'viajes chamánicos'.

La práctica es usada ancestralmente por indígenas del sur del país, pero en Bogotá es usual que se organicen 'tomas' en apartamentos y en fincas de la sabana.

Algunas de esas sesiones son censuradas por las autoridades indígenas, que denuncian que lo que para ellos es un ritual milenario está siendo aprovechado con fines comerciales.

Las "sectas alucinógenas" importadas del Brasil

Debido a la desinformación, a la enrome cantidad de personas que participan en los cultos relacionados con la ayahuasca en Brasil y a su creciente popularización fuera de sus fronteras, se han presentado diversas situaciones conflictivas que han dado lugar a suspicacias, recelos, denuncias y temores no siempre carentes de fundamento. Algunas personas ven en estas sectas y en el consumo de ayahuasca dos formas de dependencia asociadas, lo cual consideran altamente peligroso; otras personas piensan que los altos precios que llegan a pedirse para participar en sus rituales, los convierten en negocios lucrativos apartados de la idea de caridad cristiana que se supone predican; y a muchas personas más, simplemente les causa temor la asociación de ideas religiosas con una bebida de efectos psicoactivos cuyos efectos desconocen.

El Yage frente a la sociedad del consumo

Los recientes y constantes agravios contra el Yage, planta sagrada por excelencia, por parte de autoridades militares, medios de comunicación masivos e instituciones del gobierno llevó a los indígenas a sumir una defensa digna de su más sagrado símbolo médico, cultural y espiritual. Como defensores de la vida y la naturaleza los pueblos indígenas no deben amilanarse ante la embestida feroz del “Imperio del consumo”, en su infame tarea de sacarse de paso las formas tradicionales de medicina, alimentación y cultura; porque “la explosión del consumo en el mundo actual mete más ruido que todas las guerras y arma más alboroto que todos los carnavales”, sostiene el destacado historiador y escritor uruguayo Eduardo Galeano.

Recomendaciones previas para consumir Yage

Procure mantener desde unos días antes (2 ó 3 mínimo) del taller los siguientes cuidados personales y de dieta: consuma bastante líquido, sobre todo agua; coma moderadamente, consuma sobre todo frutas, vegetales y pescado y evite comidas tóxicas (carnes rojas, cerdo, etc.); evite también grasas, picantes, comidas muy condimentadas, cebollas, ajos y ácidos. Evite al máximo el dulce. Evite ingerir alcohol y cualquier otro tipo de drogas (avise a los organizadores si tiene medicación para alguna afección). Evite tener relaciones sexuales. Mantenga estas mismas recomendaciones hasta 2 ó 3 días después del taller.

Además de los cuidados personales y de dieta, es importante la actitud mental y espiritual frente a la experiencia: la apertura mental, la limpieza de la intención y la certeza de que hacemos algo en bien de nuestra salud, para aprender a vivir saludablemente. También, la seguridad de que estamos con personas que saben lo que están haciendo.

Actualidad Étnica (Seminario acerca del Yage)

Con el objetivo de introducir al ceremonial de la planta sagrada del yagé y aproximarse a la experiencia de su poder sanador, se llevará a cabo el Seminario taller y ritual Yagé terapéutico.
El encuentro tendrá lugar los días 23, 24 y 25 de Septiembre en Chinauta, Cundinamarca. La sesión ritual y la toma del yagé serán dirigidas por un Taita, o médico tradicional indígena, procedente del Putumayo. El encuentro es convocado y organizado por Visión Chamánica, publicación sobre salud, etnomedicina y chamanismo y Newsletter Tercer Milenio.

El seminario también busca procesar el imaginario simbólico de la toma del yagé como elemento de autoconocimiento y sanación y propiciar la interrelación entre los participantes, identificando propuestas y objetivos comunes. Los facilitadores del taller son: Fernando Castaño Cárdenas, practicante y facilitador de danzas circulares y sagradas, certificado por la organización Danzas de Paz Universal y Ricardo Díaz Mayorga investigador del chamanismo y las religiones y editor de la revista Visión Chamánica y del newsletter Tercer Milenio. La toma del yagé será dirigida por un Taita, o médico tradicional indígena, oriundo del Putumayo.